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Cómo la epidemia cambió nuestra percepción del tiempo en 2020

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La percepción del paso del tiempo es un fenómeno subjetivo. Y el año 2020, marcado por medidas sanitarias vinculadas a la pandemia, es prueba de ello. En el sitio The Conversation, una investigadora en psicología da sus explicaciones.


Cuarentenas, desconfinamiento, recontención. El año 2020 estuvo marcado por las medidas sanitarias generadas por la epidemia Covid-19. Lo que alteró un poco nuestra percepción del tiempo. Para muchos de nosotros, 2020 ha parecido extremadamente largo, en comparación con los anteriores. Para otros, sin embargo, el tiempo ha pasado más rápido de lo habitual, especialmente durante los períodos de encierro. En las columnas de la web The Conversation, Ruth Ogden, profesora de psicología de la Liverpool John Moores University (Reino Unido), detalló este extraño fenómeno.

Recordando que objetivamente, el tiempo pasa a una velocidad constante y lineal, el especialista explica que subjetivamente, sin embargo, el tiempo pasa más o menos rápido en función de nuestras actividades y emociones. O mejor dicho, nuestra percepción del paso del tiempo cambia según las circunstancias.

En un estudio realizado el pasado mes de abril, el investigador en psicología experimental interrogó a 604 británicos sobre la velocidad a la que transcurría el tiempo durante este período de encierro, en comparación con los días anteriores a esta medida restrictiva. Sus resultados mostraron una distorsión temporal generalizada durante el confinamiento, en más del 80% de los encuestados. El tiempo pareció acelerarse para el 40% de los encuestados, mientras que pareció ralentizarse para el 40% restante.

"Mi análisis sugiere que la velocidad del tiempo percibida durante el día se ve afectada por la edad de una persona, el nivel de satisfacción con su nivel de interacción social, el nivel de estrés y la ocupación. En general, los días pasaban más rápido para los jóvenes que estaban socialmente satisfechos, ocupados y con bajos niveles de estrés. Por el contrario, el día pasó más lento para los ancianos, especialmente los mayores de 60 años, insatisfechos socialmente, estresados y sin tareas que atender", detalló Ruth Ogden, agregando que se han observado tendencias similares. observado en la escala de una semana.

Sin embargo, el investigador indica que esta distorsión del tiempo no ha sido la misma de un país europeo a otro. En Francia, por ejemplo, no había esta proporción de 40/40: durante un período de encierro, el tiempo parecía pasar más lento para la mayoría de las personas, en particular debido al creciente aburrimiento y tristeza.

¿Por qué sentimos que el tiempo pasa más lento?

Para explicar este fenómeno de distorsión del tiempo, el investigador plantea como hipótesis el uso de habilidades cognitivas (percepción, reflexión, atención, memoria, etc.) para incrementar nuestro seguimiento del paso del tiempo. A medida que nos aburrimos, tenemos más habilidades cognitivas disponibles, que usamos a pesar de nosotros mismos en la percepción del paso del tiempo.

"Este aumento de la vigilancia da como resultado que el tiempo pase más lento de lo normal, simplemente porque somos más conscientes de lo normal. Otra posibilidad es que la consecuencia emocional del confinamiento cambie la forma en que el cerebro procesa el tiempo", agrega Ruth Ogden, que cree que las emociones negativas relacionadas con el aislamiento, el aburrimiento, la tristeza y el estrés pueden haber contribuido a la percibida ralentización del tiempo.

Respecto al 2021, el psicólogo se muestra cauto. Si bien cree que hay una clara esperanza en el despliegue de vacunas, es posible que el regreso a la normalidad en términos de percepción del tiempo no sea inmediato. Ella aconseja a todos que estén lo más ocupados posible y que mantengan interacciones sociales (en vivo o en video) para limitar este fenómeno de distorsión del tiempo.

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