Covid-19: cuidado con el consumo de somníferos
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ottawa informa que el 50% de los encuestados han sufrido de insomnio desde el inicio de la epidemia de Covid-19.
Insomnio, dificultad para dormir, ansiedad, la epidemia mundial de Covid-19 pesa sobre el sueño de las personas en todo el mundo. En Canadá, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ottawa revela que el 50% de los encuestados ha sufrido de insomnio y trastornos de ansiedad desde el inicio de esta pandemia. Un problema de salud confirmado por varios estudios, la investigación publicada en el Journal of Sleep Research también informa un fuerte aumento en el consumo de pastillas para dormir en el último año.
De hecho, los investigadores de la Universidad de Ottawa realizaron una encuesta a 5.525 canadienses. Esta investigación se llevó a cabo durante la primera ola de la epidemia de Covid-19. Así, notaron que la epidemia había provocado alteraciones del sueño en la mitad del panel. "Hemos identificado tres tipos de perfiles: aquellos que duermen más, aquellos cuyo horario de sueño se ha retrasado y los que duermen menos que antes de la pandemia", resumió Rébecca Robillard, investigadora, profesora asistente y codirectora del Laboratoire du sleep de la Facultad de Psicología de la Universidad de Ottawa y autor principal de este estudio.
Cambios en el sueño que no están exentos de consecuencias para la salud mental, en particular, aumento del estrés y la depresión.
El investigador señala que algunas personas son más vulnerables a los trastornos del sueño: "Parecen afectar de manera desproporcionada a las mujeres, a las personas con familia y responsabilidades de cuidado. Estos trastornos también han impactado en las personas con horas de vigilia más temprano, mayores niveles de estrés, mayor consumo de alcohol y exposición a la televisión ". Trastornos que también afectan a empleados y pacientes con enfermedades crónicas.
Entonces, para mantener las pastillas para dormir lo más bajas posible, el investigador recomienda levantarse a la misma hora cada mañana y realizar rituales relajantes antes de irse a dormir. Además, para una buena calidad de sueño, también se recomienda evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse. El consumo de tranquilizantes y somníferos ha aumentado. Una evolución que "probablemente refleja el importante impacto psicológico de la epidemia de Covid-19 y sus consecuencias sociales, profesionales y económicas", señalaron la ANSM y la CNAM en su quinta parte del estudio Epi-Phare sobre la evolución del consumo de drogas desde el inicio de la epidemia de Covid-19.