Covid-19: la fatiga persistiría varias semanas después de la enfermedad
Un estudio irlandés parece confirmar que la fatiga mental y física que afecta a muchos "pacientes con covid" podría durar a medio plazo, independientemente de la gravedad de la infección.
La fatiga es un síntoma común en personas con infección sintomática de la enfermedad de Covid-19. Y en las redes sociales, muchos pacientes convalecientes también dan testimonio de fatiga mental y física persistente, bajo el hashtag #LongCovid o #CovidLong. Un fenómeno aún poco estudiado.
Sin embargo, las conclusiones preliminares de un estudio irlandés publicado el 30 de julio en la revista medRxiv van en esta dirección. Deberían detallarse en el próximo congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (23-25 de septiembre).
52% de los pacientes informan fatiga persistente
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores se apoyaron en 128 pacientes y personal del Irish St James Hospital (Dublín). 71 de ellos fueron hospitalizados y otros 57 sufrieron una forma leve de la infección. En promedio, todos tenían 50 años y su enfermedad fue confirmada por la prueba virológica de RT-PCR.
De estos 128 participantes, más de la mitad (52%) informó fatiga persistente, cuando se evaluó un promedio de diez semanas después de la recuperación clínica. "Curiosamente, la fatiga no está asociada con la gravedad inicial de la enfermedad y no hay una diferencia detectable en las citocinas proinflamatorias o en las poblaciones de células inmunitarias", dicen los investigadores.
"Este estudio destaca la carga de la fatiga, su impacto en el regreso al trabajo y la importancia de monitorear a todos los pacientes diagnosticados con Covid, no solo a los que están hospitalizados".
Las mujeres y las personas ansiosas parecen más propensas a la fatiga.
Los investigadores han examinado multitud de factores para explicar este fenómeno: la gravedad de la enfermedad inicial, patologías preexistentes y diversos elementos biológicos (marcadores de inflamación, etc.). A priori, el hecho de que un paciente haya sido hospitalizado o no no influiría en su estado "post-covid".
"La fatiga se produjo independientemente de la admisión al hospital y afectó a ambos grupos por igual", dijo uno de los autores del estudio, Liam Townsend, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital St. James.
Por el contrario, los científicos observaron que las mujeres (que constituyen el 54% de los participantes del estudio) representan dos tercios de los sujetos que sufren de fatiga persistente (67%).
Las personas con antecedentes de ansiedad o depresión también tienen más probabilidades de sufrir fatiga. "Esta fatiga post-infección tendrá un impacto significativo en la calidad de vida de las personas, de sus empleadores y del sistema de salud", insisten los investigadores.
Se necesita más investigación
Los autores están de acuerdo: se necesita más investigación para evaluar el impacto a largo plazo de Covid-19 en los pacientes. Según ellos, la "intervención temprana" y el uso de métodos "no farmacológicos" son fundamentales para manejar adecuadamente la fatiga, que difiere de un paciente a otro.
"Estamos viendo cada vez más evidencia de Long Covid, y la fatiga es uno de los efectos secundarios más frecuentes", comenta el Dr. Michael Head de la Universidad de Southampton.
"La escala emergente de Covid prolongado es la razón por la que es importante reducir la transmisión comunitaria, incluso entre los grupos más jóvenes de personas que no están inmediatamente gravemente enfermas", indica.