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¿Cuáles son los alimentos más adictivos en nuestras despensas?

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Algunos productos son tan adictivos como las drogas. La causa son sus compuestos que estimulan la producción de hormonas de placer en el cerebro.


Es el dúo infernal: papas fritas y chocolate. Estos dos alimentos parecen ser capaces de ponernos en un estado de adicción cercano al de una droga. ¿Pero por qué somos tan dependientes? ¿Por qué se hace tan difícil parar cuando abrimos un paquete de patatas fritas o una barra de chocolate? el responsable es nuestro cerebro. Estos alimentos desencadenan una reacción particular que estimula la producción de dopamina, una hormona relacionada con el placer y la recompensa. Es por esta razón que nuestra fuerza mental se reduce a cero frente a alimentos ricos combinados en sal o azúcar y grasas.

El chocolate

Los científicos han observado durante varios años el efecto adictivo del chocolate. Si somos tan adictos a él, es porque estimula las áreas de placer del cerebro, al igual que el alcohol y ciertas drogas, según un estudio de 2011 citado por el resumen de Reader. Su carácter cremoso, particularmente agradable en la boca, está asociado con la producción de oxitocina, otra hormona de la felicidad.

La proporción azúcar-grasa

Lo que nos interesa un poco más es la parte cremosa del chocolate. El hecho de que un cuadrado pueda derretirse en segundos en nuestra lengua estimula los centros de placer del cerebro. Y finalmente, la presencia de grasas y azúcar es crucial para nuestra adicción. Si observas los ingredientes en una barra de chocolate, notarás que está compuesta de aproximadamente 20-25% de grasa y 40-50% de azúcar. En la naturaleza, es casi imposible encontrar niveles tan altos de estos dos componentes al mismo tiempo.

Patatas fritas

Tazones llenos de patatas fritas, pretzels y galletas saladas de aperitivo nos hacen adictos. Aunque no hay compuestos específicos en estos alimentos, se clasifican como adictivos porque aumentan rápidamente el nivel de energía de una persona. Pero esa energía se quemará rápidamente, y se sentirá la necesidad de comer más después de unos minutos. De ahí la necesidad de rellenar una y otra vez.

Un estudio reciente fue presentado en la conferencia ACS (American Chemical Society) por el investigador Tobias Hoch del Centro Emil Fisher de la Universidad Friedrich-Alexander en Erlangen-Nuremberg, Alemania. Intentó identificar lo que se puede llamar nuestra "adicción" a las papas fritas. Y para hacer esto, probó en ratas. Suponiendo que las patatas fritas eran atractivas debido a su alto contenido de grasas y carbohidratos, les dio a las ratas diferentes alimentos, pero todos los alimentos contenían las mismas dosis de grasas y carbohidratos. Las ratas comieron la misma cantidad en todos los grupos, pero el grupo que comió las papas mostró signos de mayor actividad. Fueron "estimulados".

Para ir más allá, nuestros investigadores también observaron la actividad cerebral de las ratas usando un sistema avanzado de resonancia magnética. Descubrieron que las áreas del cerebro correspondientes a los sistemas de recompensa y adicción estaban más estimuladas en las ratas que comían las papas fritas. Por lo tanto, existe un desencadenante para el placer causado por las patatas fritas, independientemente de la cantidad de grasa y carbohidratos.

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