¿Puede el coronavirus atacar a las neuronas?
Los coronavirus son una familia de muchos virus que pueden causar una amplia variedad de enfermedades en humanos, desde el resfriado común hasta COVID-19. Sobre la posibilidad de que el SARS-CoV-2 también afecte al cerebro, los investigadores han descubierto que estos virus podrían propagarse a través del nervio olfativo en el sistema nervioso central.
Entre los síntomas menos específicos del nuevo coronavirus, como la tos, la falta de aliento y la fiebre, se encuentra la pérdida del olfato (anosmia) y del gusto (ageusia). Una peculiaridad encontrada en una gran cantidad de pacientes infectados con SARS-CoV-2 que podría sugerir que el virus puede atacar, además de los pulmones, el sistema nervioso. Investigadores del Instituto Nacional de Investigación Científica de Francia, creen que la evidencia respalda que en realidad es toda la familia de los coronavirus humanos, que probablemente sea la causa de una amplia gama de enfermedades que van desde "un resfriado a una infección pulmonar grave, así como otros virus respiratorios que podrían llegar al cerebro".
Los últimos afirman que la pérdida del olfato podría provenir de una infección de las neuronas olfativas. El equipo científico ha destacado procesos similares en coronavirus fríos, como explican en un artículo publicado en enero en la revista Viruses, poco antes de que se identificaran los primeros casos de Covid-19. "Nuestra investigación sobre el poder neuroinvasivo y neuropatógeno de los coronavirus humanos sugiere que alcanzan el centro del olfato ubicado en el cerebro utilizando principalmente el nervio olfativo como vehículo", explica el profesor Pierre Talbot, quien dice estudiar de cerca los coronavirus por 40 años.
Neuronas olfativas, primero afectadas
Las primeras neuronas infectadas serían las de la cavidad nasal, que pueden detectar olores. Pero esta pérdida de olfato, aunque repentina, sería temporal. "Las neuronas olfativas pueden regenerarse a diferencia de la mayoría de las otras neuronas en el cerebro. Podríamos asumir un retorno del olfato cuando las nuevas neuronas olfativas se hagan cargo", dicen los especialistas. Entonces, las neuronas en el centro del olfato podrían infectarse, porque están en comunicación directa con las de la cavidad nasal.
"Las neuronas también pueden indicar la presencia de un virus para que otras células en el cerebro y las células del sistema inmunitario puedan ayudarlas a combatir", dijeron. Sin embargo, surge la cuestión de si el virus puede llegar al cerebro con respecto a las personas con sistemas inmunes debilitados (ancianos, niños pequeños, receptores de trasplantes que toman medicamentos contra el rechazo, etc.). Esto podría, dicen, provocar inflamación aguda del cerebro como resultado de una infección viral (encefalitis) y causar daños graves a largo plazo.
¿Puede el virus causar disfunción orgánica múltiple?
"Durante la redacción de nuestro artículo, notamos que rara vez se produce encefalitis viral. Para aquellos causados por el virus del herpes, por ejemplo, podemos pensar en menos de uno de cada 10,000 casos", informan los científicos. "Sigue siendo importante tener en cuenta, cuándo se produce inflamación peligrosa: una de cada dos muertes a una de cada cuatro muertes según los estudios. Todavía es demasiado pronto para saber si las personas que se recuperan de Covid-19 tendrán secuelas neurológicas ya que los efectos del coronavirus en el sistema nervioso están comenzando a estudiarse, pero ahora piden que se considere esta posibilidad.
"En ratones, hemos demostrado que el coronavirus frío puede causar enfermedades neuro degenerativas con similitudes con la esclerosis múltiple y las enfermedades de Alzheimer y Parkinson". En el caso de la epidemia de SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2003, el coronavirus responsable también tuvo este tipo de ataque cerebral", concluyen. Además del hecho de que la comunidad científica está acumulando datos que demuestran que los coronavirus pueden ser dañinos para el cerebro, también hay más y más estudios para analizar las posibles consecuencias del coronavirus actual en el corazón y los riñones.