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Teletrabajo: ¿cómo separar con éxito su vida profesional y personal?

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Con el confinamiento, el teletrabajo se extendió repentinamente y está listo para expandirse. Si bien permite una mayor flexibilidad en su organización, también tiende a difuminar las líneas entre la vida privada y la profesional.


Se alienta a un gran número de empleados a trabajar a distancia para limitar la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la epidemia de Covid-19.

Defina su tiempo de trabajo por adelantado

En la oficina, el ambiente de trabajo marca el ritmo del día: su comienzo, su final, sus pausas para el café. En ausencia de este marco, a veces es difícil establecer sus propios límites, y apegarse a ello. "Los estudios muestran que los teletrabajadores tienden a hacer más cuando están en casa", dice Caroline Ruiller. El riesgo de extenderse a los tiempos de la vida personal, por la noche y los fines de semana, es muy real.

¿La clave para solucionarlo?

"Enmarca bien tus días definiendo de antemano la hora en la que comienzas y la hora en la que terminas. Sin olvidar planificar las interrupciones durante el día, en particular una pausa real para almorzar como lo harías en la oficina", responde Caroline Ruiller.

Otro consejo: determina de antemano el tiempo que planeas dedicar a cada actividad como leer un archivo, responder tus correos electrónicos, escribir una nota. Tener una visión clara del tiempo de trabajo que necesitas ayuda a gestionar mejor tu programación e injertar citas personales sin interrumpir tus días.

Inventar nuevos rituales

El viaje al trabajo es un momento de transición que te permite ponerte en forma mentalmente. En casa, puede tener la tentación de ir directamente de la cama a su bandeja de mails.

Algunas personas logran trabajar en pijama, pero no se les da a todos.

Vestirse con ropa de trabajo, aunque sea más informal, te permite comenzar. También regálate nuevos rituales: dar la vuelta a la cuadra, llevar a tus hijos a la escuela, para marcar el inicio del día. Te hace sentir en el trabajo y evitar mezclar tus dos vidas.

Lo mismo por la noche: el viaje de regreso a menudo se experimenta como una esclusa de aire de descompresión. Se puede recrear paseando al perro, cocinando o con una sesión de meditación. Depende de todos encontrar los rituales que marcan simbólicamente el inicio y el final de la jornada profesional y ayudan a dejar de lado los pensamientos laborales.

Configura un espacio dedicado al trabajo

Trabajar sentado en el sofá, en la mesa de la cocina y en el borde de la cama, es correr el riesgo de no sentirse como en casa en ningún lado. Es importante crear un espacio de trabajo real. Es crear una frontera física pero también psicológica que define la vida profesional: estás trabajando en tu espacio de trabajo y en casa en el resto de la casa.

Lo ideal es contar con una sala en la que montar tu oficina y todo el equipamiento necesario. Así, cuando cerramos la puerta por la noche, también cerramos la puerta de trabajo. Pero no todo el mundo tiene la oportunidad. Si el escritorio está instalado en la esquina del salón, podemos crear una separación colocando una balda o una mampara. Si no tienes más remedio que ocupar el comedor o la mesa de la cocina, tienes que tomarte el tiempo cada mañana para arreglar tu espacio de trabajo. Y ordenarlo todas las noches.

Es un poco una limitación, pero mantener su computadora portátil y sus archivos fuera de la vista, en un cajón o bolso, es para evitar tener que volver al trabajo tan pronto como los vea.

El empleador también tiene un papel que desempeñar

El empleador, o gerente, también tiene su parte de responsabilidad por el equilibrio entre la vida laboral y personal de sus empleados. Esto requiere, en particular, un acuerdo sobre el tiempo de trabajo y las franjas horarias en las que se nos puede contactar. "El derecho a desconectar, es decir, el derecho a cortar cuando termina la jornada laboral, es un derecho fundamental del empleado y una condición de su salud. Es importante hacer valerlo ante sus superiores.

Establece reglas con tus seres queridos

A las personas que los rodean a veces les cuesta entender que trabajar desde casa no significa estar siempre disponible. El cónyuge o los hijos interrumpen fácilmente al teletrabajador cuando no se permiten llamarlos a su lugar de trabajo. Lo mejor es explicar a sus familiares lo que necesitamos para trabajar correctamente. Y piensen juntos en las reglas de funcionamiento que se darán.

Se trata de definir el volumen de sonido tolerable para el televisor cuando los niños llegan a casa, comunicar sus horarios para que todos sepan cuándo quedamos solos o señalizar con un cartel.

Evita distracciones

Pasar la aspiradora, tirar una máquina. Es difícil cuando las tareas del hogar se amontonan para no ceder a la tentación de hacer algunas en el acto. Después de todo, iniciar una máquina sólo toma unos minutos.

Estar disponible mentalmente para estas distracciones afecta en gran medida tu concentración. La solución: escríbalos en un post-it para sacarlos de la cabeza más fácilmente y decirse a sí mismo que los terminará más tarde.

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