Cough

Tos nocturna y reflujo gastroesofágico: ¿qué hacer?

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Un síntoma común, la tos puede tener varios orígenes. La mayoría de las veces, el problema está en los pulmones o en la esfera otorrinolaringológica. La tos también puede ocurrir en una persona ansiosa bajo el efecto del estrés. Pero también puede provenir del tracto digestivo.


Frente a estas múltiples tablas, no siempre es fácil distinguir entre cosas. "Los pacientes a menudo son remitidos a nosotros por un neumólogo o un otorrinolaringólogo que evocan un origen digestivo de la tos", observa el Dr. Gilles Macaigne.

¿Por qué existe esta tos?

En la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), parte del contenido del estómago sube de forma anormal por el esófago. La acidez natural de estas regurgitaciones provoca ardor entre el estómago y la boca, siendo la acidez uno de los principales síntomas del reflujo. Por cierto, el reflujo ácido puede inflamar el esófago (esofagitis) e irritar la garganta. Y eso es lo que causa la tos.

¿Cómo se reconoce una tos asociada con el reflujo gastroesofágico?

"Por lo general, es una tos seca que comienza después de una comida. Se ve favorecida por la posición acostada", explica el Dr. Macaigne.

Esto podría explicar por qué los episodios de tos ocurren durante la noche (tos nocturna). Una tos persistente no es un signo de la gravedad del reflujo, dice el médico.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad por reflujo gástrico?

A veces se ofrece a los pacientes un tratamiento de prueba para tratar al paciente con medicamentos antiácidos, inhibidores de la bomba de protones (IBP). El tratamiento se administra en dosis dobles durante ocho semanas. Parece una buena idea: si los medicamentos funcionan y la tos ha remitido, el paciente sí tiene la enfermedad.

En realidad, esta prueba no proporciona un diagnóstico confiable. "Si el tratamiento funciona, eso no significa que se haya tratado el reflujo. Puede haber un efecto placebo. Es más seguro realizar exámenes para documentarla", enfatiza el gastroenterólogo.

Realizar una fibroscopia

La endoscopia es el primero de estos exámenes. Bajo anestesia local o general, se inserta un tubo con una mini cámara en la garganta. Este dispositivo permitirá visualizar el estado del esófago y el estómago.

"La endoscopia nos mostrará los factores que contribuyen a tener reflujo gastroesofágico, como una hernia de hiato o una boca abierta del esfínter esofágico inferior. También puede revelar la presencia de esofagitis o endobraquiesófago (EBO) o esófago de Barrett, que es un cambio en la membrana mucosa vinculado a la acidez", explica el Dr. Macaigne.

Si, a pesar de los síntomas, esta fibroscopia es normal, no se descarta el diagnóstico del reflujo gastroesofágico.

Se puede realizar otro examen: PHmetry. Durante 24 horas, al paciente se le coloca una sonda en la parte inferior de su esófago. Conectada a una caja externa, esta sonda registrará la secreción de acidez a lo largo del día.

"Este examen nos permite, en particular, ver si la tos del paciente se correlaciona o no con el reflujo ácido", especifica el gastroenterólogo.

¿Cómo tratar el reflujo gastroesofágico y deshacerse de esta tos?

Cuando se establece el diagnóstico de enfermedad por reflujo gastroesofágico, se inicia el tratamiento. Los fármacos indicados son inhibidores de la bomba de protones (IBP) que reducen la acidez del estómago. El tratamiento puede continuarse "a la dosis mínima eficaz" durante algunas semanas.

Al mismo tiempo, se recomiendan reglas de higiene de vida al paciente: limitar los alimentos ácidos y las bebidas carbonatadas, respetar un período de dos a tres horas entre la cena y la hora de acostarse, adelgazar y elevar la cabecera de la cama para reducir la presión en el abdomen.

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