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Una gran felicidad puede dañar el corazón

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El síndrome del corazón roto no solo está relacionado con el estrés emocional negativo, sino también con una intensa emoción de alegría, según un estudio suizo.


Los episodios tristes como la muerte o una ruptura no son los únicos que hacen que su corazón duela hasta el punto de poner en peligro su salud. El síndrome del corazón roto, o takotsubo, descrito por un equipo japonés en 1990, se caracteriza por una miocardiopatía que se produce después del estrés emocional y puede provocar un infarto. Si los investigadores habían asociado anteriormente esta patología con eventos impactantes y trágicos como el duelo, un gran enojo o un gran miedo, ahora saben que las fuertes emociones positivas también pueden ser responsables. Este trastorno se ha denominado "síndrome del corazón feliz".

Los autores del estudio, cuyos resultados fueron publicados por la Sociedad Europea de Cardiología, The European Heart Journal, analizaron datos de 1.750 pacientes de nueve países diferentes registrados en el registro internacional takotsubo. Descubrieron que 485 pacientes sufrían de síndrome del corazón roto como resultado de un shock emocional. En el 4% de ellos, las emociones en cuestión fueron positivas. Fueron fiestas sorpresa de cumpleaños, bodas, despedidas, partidos de rugby o el nacimiento de nietos. En el 96% restante, el síndrome se produjo después de un evento estresante.

Conciencia

Otra observación: la mayoría de los pacientes son mujeres posmenopáusicas, independientemente de si el trastorno cardíaco se produjo después de una emoción positiva o negativa. Según la coautora del estudio, Jelena Ghadri, del Hospital Universitario Suizo de Eurich, "los médicos deben saber que los pacientes que llegan al servicio de urgencias con signos de un ataque cardíaco, como dolor en el pecho y dificultad para respirar, pero después de una emoción o evento feliz, también puede sufrir el síndrome del corazón roto".

Aunque estos resultados aportan información interesante, los autores son conscientes de las limitaciones provocadas por el reducido número de participantes. Esperan poder ampliar su investigación para comprender mejor el mecanismo en juego en el síndrome del corazón roto.

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