16-09-2020 por Mirai
Crees que te conoces bien, sabes cómo detectar cada signo de malestar y puedes manejar los pocos eventos diarios estresantes. Sin embargo, el cuerpo puede sorprendernos. Cuando detecta un nivel de estrés potencialmente peligroso, puede enviarnos señales inesperadas.
Los dolores de cabeza crónicos, los problemas digestivos, el sueño fraccionado, las pesadillas, la sudoración intensa, la pérdida anormal del cabello y la falta de placer de las actividades placenteras son algunos de los síntomas sorprendentes de la sobreexposición al estrés.
Dolor de cabeza
¿Tiene dolores punzantes en la cabeza todo el día? Podría ser un dolor de cabeza por estrés o una migraña. El estrés es un desencadenante común del dolor de cabeza. Si el dolor es repentino, severo, acompañado de fiebre o visión doble, o si ocurre después de una lesión en la cabeza, vaya al hospital de inmediato. De lo contrario, trate de reducir el estrés diario.
El sistema digestivo
Nuestra barriga puede ser uno de los primeros lugares donde puede experimentar síntomas de estrés y ansiedad. El cerebro tiene un efecto directo sobre el estómago y los intestinos. Esta conexión es una calle de dos sentidos que puede provocar muchos síntomas. El estrés puede provocar un aumento de los ácidos del estómago, provocando problemas digestivos como úlceras, dolor, náuseas e hinchazón.
Nuestros estómagos pueden considerarse como nuestro segundo cerebro y, bajo estrés, todo nuestro sistema digestivo puede verse afectado incluido el colon. Una dieta equilibrada es la clave para recuperar la forma pero también para la moral. Al enfocarnos en ciertos alimentos ricos en magnesio, por ejemplo, como mariscos, pescados grasos, chocolate amargo, ajo o incluso granos integrales, podemos manejar las consecuencias de nuestro estrés.
Sueño
El estrés puede alterar su patrón de sueño. Las hormonas como el cortisol pueden mantener el cuerpo despierto porque permanece en alerta máxima. El estrés y la frustración del día también pueden ser la causa de sueños extraños. Algunos de los más comunes incluyen caerse, ser atacado por alguien, estar encerrado o intentar repetidamente hacer algo pero fallar.
Transpiración
Cuando el cuerpo reacciona a una emoción, como ansiedad, estrés o excitación, las glándulas sudoríparas "apocrinas" liberan sudor. Estas glándulas, ubicadas en la axila, la ingle y el cuero cabelludo, producen un sudor lechoso, compuesto por ácidos grasos y proteínas, pero inodoro. El ejercicio, la meditación y la psicoterapia son algunas de las opciones interesantes para minimizar el estrés.
Pérdida de cabello
Si encuentra mechones enteros de cabello en su cepillo, es posible que se encuentre bajo un estrés severo. Esta pérdida de cabello no tiene por qué ser permanente. Nuevamente, el uso de técnicas para aliviar el estrés como la meditación puede ayudar a restaurar tu cabello en poco tiempo.
Pérdida de placer
Uno de los muchos síntomas emocionales del estrés es una sensación general de malestar. ¿Ya no te gusta pasar tiempo con tus seres queridos o invertir en tus pasatiempos? Si ya no disfruta de hacer las cosas que solía amar, es posible que no solo esté estresado, sino que también sufra de depresión. De hecho, la depresión puede acelerarse por la exposición crónica y prolongada al estrés. Si nota este tipo de síntoma, es hora de hablar con un profesional sanitario.
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